Un cambio de paradigma
No es muy común que quienes tienen responsabilidades en la gestión pública convoquen a instancias de auto reflexión sobre temas de incumbencia directa. Por lo general, la dinámica de las decisiones diarias obliga a la improvisación, o a copiar modelos ajenos que no siempre se adaptan a la realidad en la que se los quieren insertar.
Los ámbitos legislativos tienen más chances de generar esas instancias, pero recurrentemente siguen la vorágine de los ejecutivos, con lo que se abortan numerosas posibilidades de pensar, explorar y debatir el perfil de las políticas a implementar.
En este contexto, debe valorarse la realización en nuestra ciudad del Segundo Encuentro de Viceintendentes y Presidentes de Concejos Deliberantes, organizado por el Concejo Deliberante con el apoyo del municipio capitalino, llevado a cabo hace algunos días.
Entre los temas allí debatidos figura uno que es central en la vida de las ciudades, aunque escasamente considerado en su verdadera incidencia: el de la gestión integral de los residuos sólidos urbanos. Qué hacer con la basura que se genera a diario es uno de los grandes desafíos de las ciudades, no importa cuál sea su tamaño.
Hay coincidencia entre los expertos, y esa línea de pensamiento se reflejó en el encuentro mencionado, en que más allá de las soluciones que pueda aportar la tecnología en la gestión de los residuos, lo que resulta imprescindible es un cambio de paradigma.
Esa transformación en la perspectiva de análisis habilita a pensar a los residuos como una oportunidad y no como un desecho. Pero para ello es necesario concebir un esquema virtuoso que tiene como pilares la separación en origen, con los vecinos como protagonistas centrales; el reciclado como herramienta para mitigar el daño ambiental; y el aporte tecnológico del Estado, que debe procurar un tratamiento interjurisdiccional de los residuos para lograr volumen y aspirar a la termovalorización de los mismos, lo que genera energía renovable.
Solo lo que no es reciclable o utilizable como factor de generación de energía alternativa debería destinarse a relleno sanitario.
En el encuentro realizado en Catamarca, del que participaron representantes de grandes ciudades pero también de localidades pequeñas, se emitió un documento con conclusiones en las que se destaca la necesidad del apoyo del gobierno nacional a las jurisdicciones de menor envergadura urbana: «Las políticas públicas en materia de tratamiento de residuos no son materia exclusiva de las grandes ciudades sino que deberían abarcar a la totalidad de localidades, ya que el problema de la basura es transversal. Para ello, es indispensable el fortalecimiento de parte del sector público nacional, con calificados cuadros técnicos y profesionales que puedan asistir a ciudades pequeñas”.
Debe destacarse el debate generado en el evento sobre este tema y sobre lo que se denominó la Movilidad Urbana Sustentable. El paso obligatorio siguiente para lograr un cambio de paradigma es que estas líneas de trabajo, sobre las que hubo coincidencia casi unánime, se plasmen finalmente en políticas públicas concretas y específicas.